jueves, 29 de noviembre de 2012

Paraíso (traduciendo a Charles Simic)

En un barrio que una vez se llamó “Hell’s Kitchen”
Donde un pordiosero juraba estar tocando el violín de Nerón
Mientras la ciudad ardía en la canícula del verano;
Donde una barbera que se hacía llamar a sí misma Cleopatra
Blandía la tijera del destino sobre mi cabeza
Amenazando con cortarme las orejas y la nariz:
Donde un hombre y una mujer se echaron a andar desnudos
por el lado oscuro de la calle al amanecer.

Debo estar soñando, me decía a mí mismo.
Era como conocer una pareja de esfinges.
Esperaba que tuvieran alas, cuerpos de leones;
Él con su salvaje pecho tatuado;
Ella con sus tetazas colgantes.

¡Ocurrió demasiado rápido, y hace tanto tiempo!

¿Conoces esa hora justo antes de que el día rompa
cuando uno anhela recostarse en las sábanas frías
de un cuarto con las persianas bajadas?
La hora en que los hermosos suicidas
que yacen extremo a extremo en la morgue
se levantan y caminan hacia la primera luz.

Las cortinas de los hoteles baratos vuelan fuera de las ventanas
Como gaviotas, pero todo lo demás está tranquilo…
Vapores se alzan de las rejillas del Metro…
Cuerpos brillantes de sudor…
¡Locura, y bien podrías decir, Paraíso!