lunes, 10 de julio de 2006

Trenes rigurosamente vigilados de Bohumil Hrabal


La novela empieza de la siguiente manera. Cierta tarde, durante la ocupación Nazi de Praga, un ala de un avión de caza Alemán destruido, va planeando sobre el pueblo del protagonista. El ala del avión va cayendo y en el pueblo los lugareños se quedan contemplándola, aproximándose poco a poco hacia el lugar donde está supuesta a caer. Cuando se desploma en el suelo, los lugareños arrancan pedazos y chapas que colocarían posteriormente en sus bicicletas y se llevarían como utensilios de cocina.

Narrada en primera persona, Trenes rigurosamente vigilados cuenta de una manera épica los últimos días de dominio nazi en las afueras de la ciudad de Praga. El narrador, un jovencito llamado Milos, va contando de una manera desenfadada y a una velocidad vertiginosa lo que acontece en esos días. Cuenta la historia de su bisabuelo pensionado desde su juventud, que se emborrachaba delante de la gente que trabaja, insultándolos, por el sencillo hecho de que ellos trabajaban y él no. Al bisabuelo lo molían a golpes y el abuelo tenía que buscarlo y llevarlo a casa en una carretilla, hasta que a los ochenta y tantos años, se puso a burlarse de unos obreros que lo molieron a golpes y lo mataron. Cuenta de su abuelo que era hipnotizador y que intentó en cierta ocasión detener el avance de los tanques alemanes, hipnotizándolos, a medida que avanzaba hacia ellos. Finalmente, uno de los tanques le pasa por arriba. También, Milos cuenta de su oficio en la estación de tren, de los trenes de los nazis que pasan con soldados en todos los vagones y de los tristes vagones que pasan con vacas, corderos y cerdos en dirección al matadero. Y por supuesto, la historia del factor Hubicka, conocido en el pueblo, por haberle tatuado el culo con todos los sellos del correo a una telegrafista. ¿Cómo hizo esto? Puso a la telegrafista en cuatro patas, le levantó la falda y con el aparato de poner sellos fue colocándole uno a uno los sellos en el culo.

Bohumil Hrabal es un escritor checo que empezó a publicar sus libros en los sesenta y que fue censurado por el régimen comunista. Dos de sus libros fueron destruidos en la imprenta. En una visita que el escritor Heinrich Boll - en ese entonces presidente del Pen Club - hizo a la taberna favorita de Hrabal en Praga, llamada El Tigre de Oro, increpó a éste sobre la situación de los artistas checoslovacos. Hrabal, como un estoico, dijo que todas las protestas las elevaba contra sí mismo por no haber escrito una obra meritoria. "En cuanto a mí, no me voy a quejar", dijo Hrabal frente a un Boll que lo miraba estupefacto.

En 1997, ya anciano, Bohumil Hrabal, se cayó desde una ventana del hospital. Nunca se supo si se había suicidado o si se había acercado a la ventana a darle de comer a una paloma extraviada.