Pongámoslo claro, tú nunca serás
La General Motors
Y yo nunca seré García Lorca.
Tú seguirás envenenando estos barrios
Con tu humo y yo escribiendo versos
En este teclado.
Los huracanes seguirán yendo y viniendo.
Las guaguas cada vez más destartaladas
Atravesarán la Independencia.
Aumentarán los expresos chinos.
Las compra ventas.
Las bancas de apuestas.
Las iglesias evangélicas.
Y donde había una casa
Levantarán un edificio.
Y donde había un parque o un play
Levantarán un supermercado, un proyecto
Habitacional y una cadena de moteles.
Y los que andábamos
Por las calles con una pelota
Ahora andaremos con una pistola.
Y cuando nos despierte la sirena de la ambulancia
Palparemos nuestros cuerpos
Para asegurarnos que no viene por nosotros.
Metaldom, ¿cuántos toyotas, cuantos mazda,
Cuantos Daihatsu
Sacrificarás esta noche?
Al igual que en los versos
De una epopeya griega
Tu columna de humo se alza frente al mar
Para aplacar a los dioses.
Pero los dioses se fueron ya
y no dejaron sus direcciones.
Metaldom, en el 2060 serás un Hotel de cinco estrellas.
Yo seré un viejo gruñón
En silla de ruedas
Que recitará versos los domingos
Y los días de fiestas.
Recuerda, tú nunca serás la General Motors
y yo nunca seré García Lorca.