Léelos porque a tu tío le da mucho
Trabajo escribirlos.
La causa de que el pelo se le caiga
La tienen estos versos.
Estos papeles no son mujeres
A las que me abrazo de noche.
Más bien son boxeadores sangrientos
Con los que peleo hasta caer.
Por cierto, no les hagas caso a los críticos
Ni a las profesoras de literatura que te dirán
Que esto no es poesía.
¿Acaso el gallo antes de llamarse gallo
No le cantaba temprano al sol?
Siéntate y léelos y envejece
Leyéndolos
Y si por allá, por el 2080,
Alguien sigue leyendo estos versos,
Esa serás tú.