"Báez, dominicano viajero, nos espeta su cháchara asombrada de tanto
desarraigo. Sus poemas son una constante y detallada noticia de lo que
ocurre irremediablemente en un mundo desgajado donde los individuos, en
general, no saben dónde están parados. Es un mundo urbano, donde la
ciudad misma subraya la ajenidad de todo el que intenta habitarla.
Mirándola siempre desde el borde, para el poeta tiempo y espacio urbanos
no cuentan, y sus viajes constantes no logran acercarle a la materia
del mundo. El reto mayor: escribir de esa nada. El tema preferido: el
constante fracaso de encontrar el tema. Estamos ante una crónica del
poema que no logra dar consigo mismo."
Liliana Ramos Collado, El Nuevo Día el 29 de septiembre de 2013