¿Cómo luce tu biblioteca personal? ¿Organizas tus libros de una manera particular?
Si de algo estoy orgulloso es de mi biblioteca. Puedo hablar horas y
horas de ella. La he organizado de forma sentimental. Por ejemplo, yo sé
que a Baudelaire le hubiese gustado estar al lado de Edgar Allan Poe;
que a Borges le hubiese gustado estar al lado de Chesterton y Stevenson;
que a Gregory Corso le hubiese gustado estar al lado de Shelley; a
Alice Munro al lado de Chejov y Flannery O’Connor; a Coetzee al lado de
Dostoyevsky y Beckett. Por lo que en mi biblioteca están puestos unos al
lado del otro, aquellos que por cuestiones cronológicas no pudieron
conocerse o ser amigos. Es como el cementerio ideal de los escritores
que admiro.
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