Esto no es una crónica: esto es una contra-crónica. ¿A qué? He notado que cuando Frank Báez viaja, escribe crónicas. Yo voy a escribir las mías, que serán la contraparte de algunas de las suyas.Buenos Aires. Día 1.IFrank dirá que el vuelo desde Lima no estuvo bueno. Que los oídos casi se le explotan bajando o subiendo. Pero que Buenos Aires lo recibió bien, con todas las luces encendidas. Llegó a las cuatro de la mañana del lunes en que el invierno decidió dar un coletazo. Llueve, llovizna, el agua entra por todos los frentes y desde todas las direcciones, y lo recibo con mal aliento, con olor a almohada, en pantuflas.