¿Es posible que yo perturbase sus sueños como él perturbó los míos? Al cabo de cinco largos años, después de mi visita, su ministro de Asuntos Exteriores publicó un primoroso y elegante folleto sobre mi caso, ilustrado e impreso en papel satinado. Su gestación había requerido mucha investigación, con abundantes citas tomadas de las introducciones que escribí para una edición francesa de mis libros. Impreso en francés y en inglés, con el título de Graham Greene Démasqueé Finally Exposed, incluía un esbozo de mi carrera harto intencionado. Aquel lujoso folleto se distribuyó en los medios periodísticos a través de las Embajadas de Haití en Europa. Pero la distribución se interrumpió de repente, cuando el presidente descubrió que el resultado no era el deseado. "Mentiroso... crétin... soplón...desequilibrado, sádico, pervertido... un ignaro total... mentiroso por puro placer... baldón para la altiva y noble Inglaterra... espía... drogadicto... torturador" (El último epíteto siempre me ha dejado algo perplejo.)
Me enorgullece haber tenido amigos haitianos que pelearon valerosamente en las montañas contra el doctor Duvalier, pero el escritor no es tan inerme como él mismo suele creer. Y la pluma, como una bala de plata, puede hacer brotar sangre.
Página 277. Vías de Escape. Graham Greene